UN IMPRESCINDIBLE AL QUE NO SE OLVIDA
Por: Ernesto De Quadros
Nació un 28 de enero de 1964 en la localidad de Balnearia, en el departamento de San Justo, al noroeste de la provincia de Córdoba. A un par de metros de su casa se encontraba el camino para ir a la población Miramar de Ansenuza, donde jugaba y tiraba piedras con sus amigos en la Laguna Chiquita.
En la ciudad cordobesa de 6 mil habitantes hay una YPF, un Banco Nación, un bodegón que los fines de semana se llena y una plazoleta en honor a su nombre: Luis Martín Cáceres. Balnearia lo recuerda por haber sido uno de los primeros en intentar plantarse a las internas que sucedían dentro de la Municipalidad.
A él se lo llevó el Ejército Militar. Primero fue cabo conscripto. Luego, se convirtió en cabo principal primero de su sección, dentro del Ejército Militar Argentino, con la misión de desembarcar en Malvinas. Jamás le proporcionaron ningún tipo de adiestramiento previo para enfrentar una guerra.
Se casó en plena juventud; en esos años la gente solía casarse antes. Ella ya no vive. La gente que la conoció dice que le gustaba el tango y que nunca más volvió a Balnearia. En el Sur le decían “la Cordobesa”. Falleció sola y con sus gatos. Nunca se pudo recuperar del disgusto que aconteció el 2 de mayo de 1982, cuando murió su esposo, Luis Martín Cáceres, al hundirse el Crucero General Belgrano.