El joven de sonrisa espléndida
Por: Diego Maturana.
“Cuando regrese voy a buscar un trabajo para darle lo mejor a mi familia”. Estas fueron las palabras del ex combatiente de San Salvador de Jujuy, Héctor Hugo Díez Gómez, quien con 19 años zarpó desde la base naval puerto Belgrano hacia las Islas Malvinas el 16 de abril de 1982, donde dejó la vida en el ARA General Belgrano.
Al nacido en el barrio de San Isidro lo esperaba una familia cuando volviera del enfrentamiento. Bajo el mismo techo se encontraba su madre Esther “Lulu” Beltrán y su hermano Sergio, los dos pilares de su corta vida. El padre de este guerrero falleció antes de que iniciara el conflicto.

Dante Fotio, quien fue su compañero en la instrucción, lo describe como alguien alegre, solidario, humilde y querido por todos. Además, recordó que físicamente era una persona de estatura mediana, morocho, narigón, orejudo y con una sonrisa espléndida. El momento del baile fue otra de las imágenes que le quedó en la memoria al sobreviviente, ya que a Diez Gómez le encantaba la música y amaba el folklore de su provincia natal.
Ernesto Juárez, otro amigo de guerra del jujeño, cuenta cómo eran sus días de instrucción en aquellos tiempos previos a Malvinas. Se levantaban a las 5 para desayunar. Luego, en el resto de la mañana y a la tarde, hacían actividades recreativas, clases de instrucción, cursos de tiro y diferentes tareas. A la noche se duchaban e iban a dormir. A veces, había festivales con artistas.
Tras revivir estos momentos, Juárez expresa: “El tiempo que hemos compartido fue breve en cuanto a los días, pero ha sido eterno en nuestra memoria”.