Por: Nicolás Roa.

Fabricio Edgar Carrascull nació el 29 de diciembre de 1963 en Hernando, Córdoba; era hijo de Joaquín Nelson Carrascull e Isabel Esther López. Fue el tercero de cuatro hermanos: Sonia, la mayor, luego Eleanor, Fabricio y Andrea. Cursó toda su educación en la Escuela Primaria y Secundaria “Pablo A. Pizzurno” de su ciudad natal.

Su sueño era ser contador público, pero apenas comenzados sus estudios fue convocado a hacer el servicio militar. El 2 de febrero de 1982 se incorporó como soldado al Regimiento N°25 de Infantería ubicado en la localidad de Sarmiento, provincia de Chubut, donde trazó lazos de amistad con Horacio Giraudo y Erik Langer. “Nos conocimos en la sala médica donde esperábamos y deseábamos no estar aptos para entrar al ejército”, contó Langer. Finalmente entraron los tres y a partir de ahí formaron una férrea amistad.

Su padre, Nelson, previo a viajar le obsequió su cámara con dos rollos para que trajera fotografías de los lugares que visitara. Se perdió luego de uno de los  ataques de los ingleses. Sin embargo, en 2009, la familia de Carrascul recibió varias fotos que Fabricio había tomado en las Islas. El material fue recuperado por Langer, en un viaje a Malvinas. “Fue el destino o Fabricio que quería que las encontrara”, contó Langer emocionado.

Eleonor, en tanto, recuerda que Fabricio siempre seguía el legado familiar: responsabilidad, respeto, educación y humildad. “A raíz de estás condiciones, él terminó dando su vida”, concluye emocionada. En 2018, Carrascull fue identificado y ahora  tiene su lugar en el cementerio de Darwin con su nombre, junto a su amigo, compañero y vecino Horacio Giraudo.