Beto, el guitarrero que amaba las discotecas

Por: Tomás Rebesberg.

Nació en Avellaneda el 19 de junio de 1962 y murió en combate el 11 de junio en Monte Longdon, faltando poco más de una semana para su cumpleaños número 20. Beto, como lo llamaban, era cabo primero y estaba alistado como soldado conscripto del Ejército, en el Regimiento N° 7, ubicado en La Plata.

Pedro Alberto Orozco, joven suboficial del Ejército Argentino, tenía tres hermanos, pero con uno era inseparable: Adolfo. Entre ellos tenían una relación diferente al resto; era especial. Cuando no estaban juntos siempre uno preguntaba por el otro. Justamente con él compartió el servicio militar y ambos fueron a la guerra, aunque nunca se cruzaron en Malvinas. Un día estuvieron cerca, pero por unos minutos de diferencia no pudieron encontrarse. Adolfo sobrevivió, Pedro no.

La batalla de Monte Longdon fue terrible, hubo muchas bajas. La guardia de turno liberó la entrada y los británicos los tomaron por sorpresa y a muy corta distancia. Allí, en una lucha cuerpo a cuerpo, lo acribillaron a Beto.

Según sus familiares y compañeros, fue un pibe buenísimo y un ser humano brillante. En su tiempo libre le encantaba tocar la guitarra, tomar mate, jugar al fútbol y las noches de baile en Florencio Varela nunca podían faltar.

El 13 de abril de 1982 fue la última vez que Alberto vio a sus familiares antes de partir rumbo a Malvinas. En honor a él una plaza lleva su nombre en Berazategui y en Florencio Varela fundaron la escuela de Educación Primaria Nº55 “Cabo Iº Pedro Alberto Orozco.