EL PIBE QUE HACIA REÍR CON SUS CHISTES

Por: Pedro Chouza.

A los 18 años decidió que su vida cambiaría de rumbo. De haberse criado y formado en un pueblo de tan solo 300 habitantes, a alistarse en la Marina.

Néstor Daniel Corvalán nació en La Posta, al sur de Tucumán. Desde su nacimiento hasta su partida a Buenos Aires vivió allí junto a su familia, rodeado de muchos amigos. Muy querido en el barrio, se ganó el afecto con sus chistes y su personalidad.

“Era una muy buena persona. Desde primer grado compartimos amistad y muchas vivencias. Ha sido un gran amigo para mí”, cuenta Miguel, un compañero de secundaria. Luego de un gran esfuerzo económico del padre, Néstor pudo cumplir su sueño de ingresar a la Armada en Buenos Aires.

Varios años prestó su servicio, hasta que en 1982 tuvo que defender al país en Malvinas. Antes de partir viajó a La Posta por última vez. Ana Corbalán, hermana del ex combatiente, contó las palabras que le dijo Néstor a su madre previo a la guerra: “Mami te voy dejar estos papeles para que cobres el seguro mío si es que no vuelvo, pero quedate tranquila que voy a volver”. Él era el preferido de su mamá.

Tenía 24 años cuando embarcó en el Crucero Ara General Belgrano. “Al momento del impacto tuve que cubrir mi puesto y ponerme en un lugar en donde dirigir el abandono; el cabo o el conscripto debía ir caminando a donde estaba su balsa y esperar a que se dé la voz de abandono”, comentó Pedro Galazzi, segundo comandante a bordo. Néstor se encontraba realizando guardia cuando sucedió la explosión.

Días después, la familia Corbalán se enteró por las noticias que habían torpedeado el crucero. Ana rememora la frialdad con la que le comunicaron lo sucedido: “Estuvimos 15 días preguntando, hasta que vinieron de la escuela de la Armada en San Miguel de Tucumán y nos avisaron que daban a Néstor por desaparecido”.