Una “ratita” en Malvinas
Por: Rocco Merani.
“Era una extraordinaria persona y muy seria que empezó a laburar cuando tenía solo 12 años, mientras hacía la primaria y siguió durante la secundaria. Cuando cumplió 16 se fue a la Marina. Físicamente se parecía a una ratita por ser chiquito y flaquito”, describe María Roldan a su hijo, Héctor Dufrechou, ex combatiente de Malvinas quien falleció en el Ara Alférez Sobral el 3 de mayo de 1982, tras un ataque de helicópteros navales británicos.
La familia estaba conformada por su madre y tres hermanos. Sin que haya una figura paterna, salió a trabajar desde pequeño. Primero como verdulero, después en una pizzería. Héctor vivía en Villa Adelina, provincia de Buenos Aires, donde hizo toda su secundaria.
Ya en la niñez quería seguir la carrera naval porque sentía amor por el mar y era fanático de los barcos. Tras ser aceptado en la Marina, en 1976, debió mudarse a Mar de Ajó. La familia fue de visita y les encantó el lugar por lo que decidieron trasladarse. Allí vive actualmente la madre junto a Alberto, uno de sus hermanos.
En 1982 y tras cinco años sin verlo, les enviaron un telegrama con la confirmación del fallecimiento. “Me enteré por la radio que atacaron al buque, pero lo que menos pensé es que había muerto”, expresó la madre. El barco llevaba medicamentos a sus compatriotas.
Antes de fallecer, le escribió una carta a su familia. Al regresar a Puerto Belgrano, un compañero, de contrabando, les entregó el mensaje: “Ya estoy arriba del barco. Cuidá a los chicos mamá. Los quiero mucho”.
María tenía tanta bronca por la muerte de su hijo que decidió quemar la carta y todas las pertenencias, incluyendo su ropa. En reconocimiento a Héctor, nombraron la “Punta Dufrechou” que se ubica en el centro-este de la isla Soledad, al noreste de Puerto Argentino y al oriente de la caleta Gorrión.