La vida que no fue arriba del ring

Eduardo Tomás Silva nació el 10 de septiembre de 1962 en Río Viejo, provincia de Santiago del Estero. Allí transcurrió su infancia y su pasaje por la escuela primaria hasta que, a sus 17 años, se mudó con su familia a Pergamino, provincia de Buenos Aires. Fue criado por sus abuelos, Tomás Silva y Carmen Molina. Tenía un hermano menor, César Augusto, con quien compartía muchos aspectos de la vida diaria. Él fue su confidente.

Quedaron marcados en él algunos rasgos de su infancia en el campo, cuando al trasladarse hacia la provincia de Buenos Aires trajo consigo un amor por la naturaleza y los animales, sobre todo por los caballos. Aun así, disfrutaba también de la vida en la ciudad al asistir a bailes con sus amigos, quienes resaltan lo divertido que era.

Quienes lo conocieron aseguran que era muy laburador. Comenzó a trabajar en la construcción, rubro totalmente ajeno hasta entonces. Además de la remuneración y experiencia, sentía que ese empleo lo ayudaría a formar sus músculos para dedicarse al deporte que anhelaba: el boxeo.

Sin embargo, nunca pudo practicarlo ya que el 2 de junio de 1981, a los 19 años, fue incorporado como conscripto a la Armada Argentina en la Base Naval Puerto Belgrano. Una vez finalizado el periodo de instrucción, su primer destino fue el crucero ARA General Belgrano. Y su último también. El 2 de mayo de 1982 el buque fue hundido junto a los sueños pugilísticos de EduardoTomás Silva.