El Papá Noel celeste y blanco
Por: Agustina Lantier.
El 2 de mayo de 1982, en Ushuaia, Tierra del Fuego, en la casa de los Sueldo, flamea una bandera argentina. Isabel, o como le dicen cariñosamente: “Chavela”, cuenta que ese fue el pedido que le hizo su esposo, Atilio Indalecio Sueldo, antes de embarcar hacia las Islas Malvinas, el 16 de abril de ese año. “No saques la bandera hasta que termine todo”. Además de Isabel Quinteros, escucharon su pedido Néstor y Diego, sus dos hijos, en aquel momento de 12 y 2 años respectivamente.
“Nunca imaginé que no iba a volver”, recuerda Chavela el día que su marido se fue a un nuevo destino en el ARA General Belgrano. Llevaba 14 años casada con un marinero de carrera, que se había formado en la Isla Martín García y pasaba largas temporadas en alta mar. Se encontraban cada 8 meses y durante el tiempo que estaban separados se escribían cartas: “Me llamaba la atención la buena ortografía y la linda letra que tenía”.

“Chavela” cuenta que cuando volvía de sus viajes Atilio “era como Papá Noél”. En una oportunidad le trajo un reloj cucú y cada vez que el pájaro salía para cantar, él la llamaba melodiosamente por su apodo.
Según “Chavela”, Atilio era un hombre muy querido, sobre todo en Deán Funes, Córdoba, su ciudad natal. “Su madre, Elina Astraga, era modista y su padre, Marcos Alejandro, trabajador ferroviario. Su papá tenía miedo de que Atilio fuera militar, pero su mamá lo apoyó”.
Era jugador de bochas en el club “Chanta 4” y también un gran bailarín: “Bailaba de todo, cuarteto, melódica y rock; pero en el rock yo no lo acompañaba, ahí bailaba con su hermana”. Le gustaba el tango, en particular Juan D’Arienzo y de la música romántica tenía preferencia por Leo Dan: “Había una canción que bailábamos juntos, decía algo como ‘cuánto te extraño mi amor’”, agrega “Chavela”.
Atilio o “El Negro” falleció a los 37 años en el crucero ARA General Belgrano, el 2 de mayo de 1982, mientras la bandera argentina flameaba en su hogar.