DJ marinero

Por: Chiara Detinis Jablonka.

Nadie que lo conociera de verdad puede olvidar su afición por la música. Más aún: era un amante empedernido, característica que mamó de su familia ya que en su casa la música nunca podía faltar.

Gerardo Esteban Sevilla nació el 24 de agosto de 1960 y su infancia transcurrió en el barrio porteño de Belgrano. Allí todavía es recordado no sólo en una placa en la Plaza Fleming, sino por la gente que lo conoció. Lo recuerdan con cariño; lo definen como una persona que transmitía tranquilidad y serenidad mediante su trato y forma de ser.

Era serio y formal, como si su camino estuviera predestinado a ser atravesado por la carrera militar. Tenía un ejemplo más que cercano: su hermano mayor Guillermo, a quien admiraba, había escogido la institución castrense como forma de vida y Gerardo decidió seguir sus pasos al ingresar a la Escuela Naval. Pese a llevarse trece años de diferencia, mantenían una excelente relación. “Yo era bastante más grande; a mis 16, 17 años ya me veía con el uniforme de la escuela militar de cadete”, dice Guillermo.

Luego de recibirse con el grado militar de Guardiamarina, Gerardo abordó la Fragata Libertad y se fue a dar la vuelta al mundo. De ese viaje no solo trajo recuerdos y experiencias sino un nuevo hobby: ser disc-jockey. Hacía uso de su nuevo pasatiempo en fiestas de amigos o de familiares.

Luego de la Fragata Libertad se sumó al crucero ARA General Belgrano, atacado el 2 de mayo de 1982 en la Guerra de Malvinas. Gerardo abandonó el buque junto a otros compañeros y abordaron una balsa. Ninguno sobrevivió. Gerardo Esteban Sevilla tenía 21 años.