El pianista que no pudo ser

Durante una charla familiar, su tío mencionó a la Armada y sus viajes por el mundo. A partir de ahí cambió la vida de Juan, maravillado por ese relato. Se inscribió en la Escuela Mecánica de la Armada, donde al principio le costó mucho ingresar, pero finalmente lo logró a sus 15 años mediante la conscripción económica, y llegó a Suboficial.

Juan nació el 29 de septiembre de 1965. Era un chico que le gustaba tocar el piano, la mecánica y los fierros. Así lo define su hermano José María Turano: “Era muy querido por todo el mundo, emprendedor, hipercinético, bromista y compañero”.

Al mes de ser nombrado como Suboficial, se desató el conflicto bélico de Malvinas y tuvo que presentarse. Los mandaron a Puerto Belgrano, donde estaban las fragatas Bahía Buen Suceso y Bahía Paraíso, que tenían como misión brindar todo tipo de provisiones. Él fue parte del ARA Bahía Buen Suceso. “Nos llegaron distintos comentarios hasta que un día Alejandro Diego, un ex combatiente, nos contó sobre la noche del 26 de mayo de 1982”, relata José María Turano. Se habían escondido en un pozo, pero no sobrevivió ante el bombardeo de las Fuerzas Aéreas británicas. Tenía 17 años. Se lamenta José. “Tal vez si no fuera por esa inconsciencia juvenil de Juan, ahora podría estar vivo”.