Por: Ramiro García.
Salía el sol en el paraje de Costa del Lepá, en el departamento chubutense de Cushamen, y siempre estaba él, al pie del cañón, sea para ir a trabajar a la estancia o ayudar en la casa. Él era Oscar Simón Antieco, un joven de buenos valores, brindados por la crianza de sus abuelos y con una identidad distinta a las demás: sangre mapuche, la de Amalia Antieco, su mamá.
Muy querido por sus amigos, lo veían llegar y sonreían, porque nunca estaba solo, sino con su guitarra lista para acompañar los cantos de la tarde. Siempre fue un chico sociable, para nada introvertido y sobre todo muy compañero.
A partir de la muerte de su madre, a sus 14 años de edad, Antieco ya planeaba su propio camino, y así fue que, llegados sus 16, comenzó su primer trabajo como peón rural mientras cursaba la primaria en la escuela Nº 99.
Todo cambió en marzo de 1981: los trabajos y estudios fueron interrumpidos debido a la convocatoria al Servicio Militar; tuvo que incorporarse al Regimiento de Infantería nro. 8 de Comodoro Rivadavia. Sus pensamientos solo pasaban por volver a su pueblo, cumplir el objetivo de terminar de estudiar y emprender su proyecto como agente de la policía provincial. Pero cuando las Islas Malvinas ardían, precisaron de sus servicios, y como muchos pibes de 19 años, el destino lo llevó a una guerra.
Su posición fue en la Bahía Zorro, con la patrulla de exploración y combate. El 8 de mayo, luego de varias horas de marcha bajo la lluvia, decidieron pernoctar al amparo de una casa de madera que se incendió. Como gran parte del grupo, Antieco no pudo escapar.
Hoy es un héroe de la Argentina, un símbolo en Costa del Lepá, donde un puente y un monumento lo recuerdan, como en el resto de la provincia: una escuela en Trelew y la biblioteca popular de Rawson mantienen vivo su nombre. Fue el único combatiente chubutense de sangre mapuche que murió en Malvinas.
A pesar de haber cerrado para siempre sus ojos a los 20 años, la familia sabe que su sueño está cumplido, y como escribió en sus cartas saben que murió “orgulloso por defender a la Patria”.