Un amigo inolvidable

Por: Pedro Duffau.

Roberto Tomás D´Errico nació el 28 de junio de 1962 y vivió toda su niñez en Paso de Rey, Moreno, provincia de Buenos Aires. La familia D´Errico era muy trabajadora y estaba compuesta por su padre Roberto Tomás y su madre Rosa Liria. César, su único hermano, tres años mayor quien lo protegía y aconsejaba. Siempre tuvieron una relación muy cercana, tal es así que un día Roberto le confesó: “Voy a hacer mi casa arriba de la tuya así nuestros hijos se crían juntos”.

“Pichi”, como le decían en el barrio y que significa “pequeño” en Mapuche, tenía muchos rulos, altura promedio, ojos verdes y tez morena. En su infancia le encantaba subir a los árboles, montar a caballo, jugar al fútbol, andar en bicicletas o hacer cualquier actividad al aire libre.

Un amigo de la escuela primaria “Nuestra Señora del Perpetuo Socorro”, Darío Benítez, rememora: “Roberto fue como un hermano de la vida. Era puro corazón y el valor de la amistad lo tenía marcado a fuego”.

Era muy simpático, alegre y cariñoso, amigo de sus amigos, con quienes le gustaba ir a bailar. Fanático de River como toda su familia y albañil al igual que su padre. Su cuñada Gloria Benítez lo describe: “Roberto era muy enamoradizo. Se quería casar con todas las chicas”.

En la Guerra de Malvinas, “Pichi” viajaba en el buque ARA “Alférez Sobral”, que tenía como misión el rescate de dos aviadores de la Fuerza Aérea. En la madrugada del 3 de mayo de 1982, el barco argentino fue atacado con misiles Sea-Skua de las fuerzas británicas. El primer disparo lastimó su brazo izquierdo. Fue en búsqueda de auxilio al comedor del barco donde lo asistió el médico de la tripulación. El segundo ataque terminó con su vida.

Roberto Tomás D’Errico será recordado, hasta la eternidad, por el valor de su amistad.